El proceso de este trasplante de cejas, en realidad, es casi igual que los microinjertos en la cabeza. Se siguen los mismos pasos y protocolos, aunque para esta zona hay algunas diferencias sobre todo en cuanto al diseño y la manera de implantar los folículos. Para el caso de las cejas se implantan las unidades foliculares que contienen un solo pelo y hay que darle un diseño y orientación específica para conseguir así un resultado 100% natural.
En este trasplante aunque la zona es muy pequeña, es una zona muy laboriosa que requiere unos conocimientos muy específicos de este área, hay que tener en cuenta la disposición capilar y orientación en cada una de las partes por las que está formada la ceja: base, parte alta y extremo, además de las características del folículo, hay que implantar con la dirección correcta y el equipo quirúrgico debe de tener mucha habilidad y experiencia si queremos conseguir unos resultados estéticos deseados.
Para el trasplante de cejas, los pelos se obtienen de la misma zona donante que para un microinjerto capilar de cabeza. Se busca la zona con mejores características y de ahí se extraen las unidades foliculares que cumplen los requisitos para poder ser implantados en las cejas. Este pelo seguirá creciendo al mismo ritmo que si estuviera en la cabeza, mucho más rápido que la velocidad de crecimiento del pelo de las cejas.
Pero al cabo de un tiempo, cuando han pasado 1-2 años, el cabello se adapta a su nueva zona receptora, que adoptará las características de la zona, por lo que irá creciendo cada vez más lento como si fuera pelo nativo de la ceja, y además irá volviéndose cada vez más grueso.